Sueño hecho realidad

Sueño hecho realidad
Leonid Afremov

sábado, 10 de noviembre de 2007

¿PSICÓLOGA O EDECÁN?

Vaya “dilema” de la vida… emmm creo que no, o al menos no lo es para mí. Empezaré con la historia que hace alusión a esta interrogante.
Día: jueves 8 de noviembre del 2007, hora: 5:00 p.m., lugar: CETIS #69, ciudad: Obregón, Sonora.

La primera cita con mi paciente y de pensarlo ya me ponía feliz por el hecho de conocerla (adolescente de 17 años, con depresión, padres en tramite de divorcio y resistencia a asistir a la escuela), sin lugar a duda iba a ser mi inauguración “oficial” como psicóloga. Llegue puntual a dicho lugar y me dirigía a la oficina de la trabajadora social para reportarme cuando en eso me gritan ¡Carolina! y volteo y era ella, se acerca y me dice, discúlpame se me olvido decirle a esta niña que hoy vendrías pero ahorita le llamo, así que mando al “prefecto” (me supongo) a buscarla a su salón, mientras yo me quede con ella oyendo toda una queja de una profesora “¡Ya no lo aguanto, no se que hacer con él, no tiene caso que este aquí en la escuela, ya no tiene ni siquiera derecho a ordinario, no respeta…!” y siguió hablando aproximadamente unos 15 minutos. Hasta que llego el prefecto para dar la noticia “no esta en su salón, dicen que hace rato se fue y no entro a clase”, ¿a que hora salía? pregunto la trabajadora social, “a las 8” respondió el otro. Así que adiós alegría y felicidad con una probadita de, quién sería mi paciente. Vaya suerte de esta niña, de no haber sido por mí probablemente no hubieran notado que no se encontraba en la escuela y mucho menos hubieran hablado a su casa. Como era de esperarse fuimos a las oficinas administrativas para que localizaran sus datos y así poder llamar a su casa. Contesta la abuela y dice que la niña se encontraba en “clases” y la mamá trabajando, así que tenía que ir a conseguir un cubículo en CAICH (Centro de Atención e Investigaciones del Comportamiento Humano) que se ubica dentro del ITSON y es el equivalente a un micro-consultorio, debido a que al siguiente día suspenderían clases por motivos de una junta y tenía que averiguármelas para encontrar donde ver a la paciente al otro día si es que quería avanzar. Así que me vi obligada a regresar a la universidad para apartar lugar y avisar a la trabajadora social la hora a la que tenía que presentarse la niña, así que ella se encargo de hablarle y “acepto”, obviamente la trabajadora social le tenía que hacer saber que se dio cuenta de que no entro a clases y no se que más le haya dicho. Total, trascurrieron las horas hasta que me encontré en la escuela justo media hora antes de la sesión.

Día: viernes 9 de noviembre de 2007, hora: 4:30 p.m., lugar: ITSON Centro, Ciudad: Obregón, Sonora.

Yo corriendo apurada consiguiendo el millón de hojas que necesitaba para armar el expediente y buscando orientación de que debía hacer con tantos papeles, me reporté en la ventanilla para que tomaran asistencia, así que la encargada en ese momento me dijo “Ya quedó. Ah por cierto, (cara de hipócrita con una sonrisa) si te encargo que la próxima vez vengas mejor arreglada ¿sale?”. Infarto total, pero me controle y solo dije amablemente “Si, esta bien, no hay problema”. Vete a la ch…. decía entre mí mientras me moría del coraje y daba vuelta a mis pensamientos una y otra vez pensando ¡que clase de psicólogos pretenden que seamos!, iba bien vestida, pintada, peinada, arregladita y no precisamente como asisto comúnmente a clase, pero sencilla, así soy yo. Aunado esto, el estrés por todo el montón de requisitos que tenemos que llenar, mil contratos que firmar y reportes, ¡peor que si estuviera en el Seguro! Y encima de todo hasta la carpeta tiene su propio diseño de cómo la quieren y mil etiquetas que tengo que pegar. Por primera vez en todo el semestre, desee tanto estar en mi universidad otra vez y solo pensaba ¡ya me quiero regresar! y rezando porque no llegará la paciente, ya que estaba bastante incomoda (enojada, estresada y nerviosa) y aunque mis intentos por hacer que captarán que estaba de intercambio en la universidad y que no entendía que era lo que ocupaba hacer, ni siquiera como encontrar el dichoso cubículo, al parecer nadie tiene en su memoria lo que eso significa, ya que me sentí ignorada y por mas que pedí orientación me saturaban de información y recibía indicaciones como “esta a la vuelta” como si supiera donde se da la p… vuelta, como si dieran por hecho que conozco toda la universidad con sus respectivas “vueltas” porque hasta “donde es la vuelta” es una incógnita para mi. Así que no me quedo otra opción más que esperar sentada en la salita de espera, resignada después de mil explicaciones confusas para mí, frustrada por no saber que haría con tantos papeles “dar terapia o hacerla de asesor jurídico”, ¿psicóloga o edecán?, o retirarme de la carrera por ver “quebrado” mi mundito donde mi verdad era “el que es bueno, donde sea será bueno” o que es lo mismo “el perico donde sea es verde”… 15 min., media hora, 40 min., y me rendí… no llegó mi paciente. Admito que respire y descanse un poco, aunque seguí nerviosa por no saber que cosas seguirían por hacer, me supongo que si no llega el paciente también tengo que entregar todo un reporte y entregar expediente, pero me valió, solo quería salir de ahí, 5 minutos después sale la “tipa de ventanilla” ¿que materia estas llevando?, Intervención Psicológica II, y ¿¡Nunca habías llevado paciente!?, ¬¬ no, estoy de intercambio por este semestre, SOY DE OTRA UNIVERSIDAD, por eso estoy confundida con todo lo que tengo que hacer, es la PRIMERA VEZ que vengo aquí. Ah órale, con razón. (¡ALTO! ¿Qué fue eso?... ¿con razón que?... me moría del coraje) No puedo decir más que ¡P…. vieja! ¡El p…. ego hasta donde lo tiene o que!, si cree que para ser buena psicóloga necesito unos p… tacones, plancharme el pelo o hacerme base, colgarme mil cosas y caerme de lentejuelas como si me fuera a OFERTAR, que ¡P…….A esta!, como es posible que una escuela y los mismos alumnos sean los que dicen eso (porque es alumna y aparte esta la SAP), una cosa es estar “presentable” y otra parecer “edecán, cajera de banco o encargada de mostrador de make-up”. Mucho menos voy a dar una apariencia de alguien que “no soy”, como puedes demostrar confianza al paciente si desde tu arreglo ya vas toda incomoda, entras a un cubículo que en tu vida habías visto, ni siquiera es un lugar agradable si lo desconoces, distraída pensando en lo que tienes que llenar en vez de poner toda la atención en tu paciente, ¿DÓNDE QUEDARÓN LOS BUENOS PSICÓLOGOS? ¿DÓNDE LA CAPACIDAD PARA GANARSE EL RESPETO DEL PACIENTE? En vez de estar fingiendo con un “disfraz” porque al menos eso es en mi caso, con el fin de imponerte con la presencia de tu arreglo. ¡Me siento fuera del lugar! NO ES MI IDEA, mucho menos MI CRITERIO, confío en MI CAPACIDAD como psicóloga para lograrlo sin necesidad de tanta faramalla, ¿la escuela es formadora de estudiantes o reclutamiento de edecanes? ¿Dónde radica la esencia del profesional?, entonces puedo entrar felizmente “arreglada” y “ch…..” en el paciente, mientras afuera de una cara presentable y con mi paciente otra ¿a nadie le importa?, NO ME QUIERO GANAR EL “RESPETO” ASÍ, lo que pretenden NO ES RESPETO, SE LLAMA “INTIMIDACIÓN”. ¿Y si no quiero cobrar que?, es mi problema si quiero regalar mi consulta y hacerlo por pura vocación, soy ESTUDIANTE, no tengo un titulo, estoy en proceso de transición, yo debería pagar por tener pacientes, porque yo estoy APRENDIENDO, aparte no todos tienen el dinero para ir a gastarlo con una PRACTICANTE, ¡no quiero hacer rica a la escuela!, una escuela que ni mía es, que ve a los alumnos como negocio y no como personas interesadas por el bienestar de las personas, esa debe ser nuestra prioridad como psicólogos. Quiero ejercer la PSICOLOGÍA con la RAZÓN y el CORAZÓN, NO con la ROPA y la ALCANCÍA a un lado. Y si fuera pobre y no tuviera más que ponerme ¿me sacan de la carrera o me restringen tener pacientes?, si fuera coja y no pudiera usar zapatillas ¿no puedo ser psicóloga por no saber hacer malabares coja y en tacones?, ciertamente no estoy en ninguno de los dos casos, pero no exagero, realmente no los tengo y no es por falta de dinero, simplemente no acostumbro andar así, “Tranquila por dentro y por fuera”… y eso no me haría sentir bien. Pero nadie te pregunta ¿tienes?, ¿puedes?, ¿buscaste la manera?, simplemente te lanzan un comentario inesperado y poco asertivo, de perdida hubiera esperado a que terminara de llegar, pero que en cuanto llegues a tomar asistencia te digan eso, al menos para mí, si es una ofensa. Creo que necesitan maestros que en vez de ponerlos como “muñecos de pastel de bodas”, los enseñen a tener más calidad humana, una persona necesitada de ayuda y de afecto aunque apestes aceptara gustosa un abrazo, un paciente en crisis ni siquiera va a pensar en que trae puesto la psicóloga, BASTA DE ARROGANCIA, somos SERES HUMANOS, no tengo el poder ni las soluciones en mis manos por ser psicóloga y nuestra labor como la de muchos otros profesionales, depende de esas personas con las que pretendemos ser fríos y superficiales solo por “mantener control” o “imponernos con la presencia”. No soy más que ellos, ni ellos tampoco lo son, Pero ¿por que no vernos en el otro?, eso es los que nos mantiene humanos.

Día: sábado 10 de noviembre de 2007, hora: 6:22 a.m., lugar: mi departamento, zona: mi cama, Ciudad: Obregón, Sonora.

Finalizo con el impacto de este hecho, molesta e impotente, pero con la ilusión de que algún día tendré mi titulo, algún día mi camino como profesionista dependerá de mí y no de alguien que me marque como debo ser. Me veo en la situación de muchos otros, que hemos tenemos que sacrificar en ocasiones nuestro orgullo por conseguir algo que queremos, “Nuestro titulo”. Afortunadamente no se ha dañado a nadie, pero a veces se me hace tan difícil mantener el “ser yo misma” y no un reflejo ni la expectativa de otros. Suena simple y sencillo a simple vista, pero no es así cuando se trata de ser honesta y sientes que un mundo te bombardea para que seas uno más de la interminable lista de “personas” que se doblegan por recibir un reconocimiento, una palabra de aceptación o de sentir que pertenecen a un lugar. Se que “ser fiel a uno mismo” es uno de los detalles que se mencionan en el libro de “El arte de amargarse la vida” y ciertamente “Tan desesperadamente simple es la solución”, pero prefiero atreverme a mantenerlo, después de todo, lo considero algo razonable. Ustedes juzguen...
¡ELIJO SER PSICÓLOGA Y NO EDECÁN!

- CAPITULO CERRADO -

cαяºł!иα £ç..★

1 comentario:

Ana Caballero dijo...

wow caro.... hasta io me frustré con tu entrada.... pero la verdad... tu sigue con lo que piensas, con lo que sientes, con lo que ERES.... que te valga madre lo demás... de todas maneras, terminarás dandome terapia a mi y a otras miles de personas... =)

yo me ofrezco a ser tu paciente... jajajaajaj lub ya!