Sueño hecho realidad

Sueño hecho realidad
Leonid Afremov

jueves, 24 de septiembre de 2009

℮ł ℮иsαyo đ℮ łα viđα


Después de un buen rato, de nuevo me veo en la necesidad de utilizar este medio para ver si de una vez por todas, empiezo a entender los motivos que mueven al "mundo".

Ayer una amiga mía se dio a la tarea de escribir sobre las brillantes y estúpidas excusas que los hombres tienen siempre en su repertorio, y las cuales, tontamente creemos o fingimos creer, supongo que por mantener nuestra salud mental y emocional. Pero bueno, el punto esta en que no se si me adjudique el papel de alguno de sus personajes o realmente aparezco señalada por ahí, y aunque me reí al leerlo, ahora, lo estoy considerando.

Las relaciones no son fáciles y menos, cuando la carga emocional la lleva uno mismo y no precisamente el otro. Y aunque es lógico que cada quien es responsable del papel que asume, a veces es complicado verlo en una primera ocasión, ¿el motivo? amor, dependencia, ilusión, costumbre, capricho, compasión, entre otras. Me he puesto a pensar... para algunos nos resulta sencillo descifrar la forma de relacionarse de otros y complicado ver o decidir sobre la propia, en ocasiones. Aunque uno toma sus propias decisiones, en este momento me gustaría verme con los ojos de otro, y es que a veces no tenemos conciencia del grado de las cosas que hacemos o dejamos de hacer por esa persona. Así que me he quedado pensando.


¿Cuál es el limite? y aunque la respuesta parece ser bastante obvia como "hasta donde tú quieras", "cuando te duela", "cuando dejes de disfrutarlo", realmente no funciona así. No siempre es tan sencillo percatarse o poner ese limite, y el motivo es que cada persona es distinta y el afecto que se da entre ambos, también. Así que reconozco que eres mi debilidad, porque aunque se que una y otra vez harás lo mismo, sigo esperando que seas consciente, que le tomes importancia y empieces a actuar congruentemente. Tal vez no he encontrado un límite pero, te aseguro que lo haré.
¿De qué sirven todo, si a fin de cuentas no se valora? Y es que valorar no incluye simplemente admirar o notar las cosas, sino también es hacer algo por conservarlo. ¿Quién prometería algo que, sabe de antemano, no podrá cumplir? alguien que no se conoce lo suficiente a sí mismo (insolencia), alguien que se conoce y eso le ha funcionado sin mayor repercusión creyendo que siempre correrá con la misma suerte (subestimar), alguien que no te quiere o no quiere estar contigo y simplemente intenta evadir los motivos reales dándote pequeñas luces para hacerte creer que al menos tiene la intención de hacerlo (consolar), alguien que solo piensa en si mismo e ignora como te hace sentir (egoísmo), y mil posibilidades que se vienen a nuestra cabeza intentando darnos una respuesta que nos haga sentir conformes y nos regale un poco de tranquilidad emocional.

La verdad es que la vida, destino, suerte o como le quieran llamar, es sabia y nos da señales que hay que aprender a reconocer para dejarnos guiar. Seamos justas con nosotras mismas y démonos al menos un poco de valor. Un hombre sensato le dio este consejo a una gran mujer (porque eso eres, y mucho, vales): "Tienes que despertar y darte cuenta que no tienes porque andar mendigando amor. Mereces a alguien que te dedique tiempo completo y horas extras. ¡Entiéndelo!"

Hoy me di cuenta que este puede ser un pequeño secreto para empezar a reconocer a las personas que tenemos a nuestro lado y que sin darnos cuenta hacen mucho por nosotros: "Ser sensible al discreto encanto de las pequeñas cosas." Lo cierto es, que "La vida no es más que un interminable ensayo de una obra que jamás se estrenará". (Amélie)