Sueño hecho realidad

Sueño hecho realidad
Leonid Afremov

viernes, 16 de noviembre de 2007

EL ARTE DE AMARGARSE LA VIDA

Disculpen si no he tenido el tiempo suficiente para ponerme a escribir, tratare de dedicarme un rato este fin de semana, a relatarles lo que me ha acontecido esta semana, que créanme, han sido bastantes cosas... cada día ha sido un aprendizaje nuevo y parece que valdría la pena contarlo, y por qué no, liberarme un rato. Por lo pronto comparto con ustedes el último de mis ensayos, por cierto, les recomiendo el libro, a quienes gusten de hacer de su vida un drama y también a aquellos que quieran facilitársela. De manera curiosa, al contrario de otros libros, este no te dice precisamente que hacer para "ser feliz" sino lo que "no debes hacer" que creo que eso nos facilita las cosas, al menos esa es mi opinión. Espero que puedan rescatar algo de esta sopa de palabras.
EL ARTE DE AMARGARSE LA VIDA
Paul Watzlawick

¿Quién no ha convertido alguna vez los sucesos cotidianos en insoportables y los eventos insignificantes en desmesurados? Amargarse la vida es muy fácil. Pero desarrollar el arte de amargarse la vida de manera sistemática y consistente demanda cierto aprendizaje, muchas veces inconsciente y, lo más, de manera consciente. Nos basta tener alguna experiencia personal con un par de contratiempos para amargarnos la vida.

Watzlawick nos dice que hay dos formas de llevar una vida amargada: la primera es dejándose arrastrar por las circunstancias de la vida y el otro es hacerlo completamente a propósito. Y este es el objetivo de este manual: "presentar una introducción metódica, fundamental y los mecanismos más útiles y seguros de la vida amargada."

En principio, todos queremos ser muy felices. El autor nos invita a descubrir las causas por las cuales hacemos de los sucesos ordinarios y frecuentes de la vida enormes montañas repletas de angustia: “Sé fiel a ti mismo”, es decir, la convicción de que no hay más que una sola opinión correcta, la propia. “No tardarás en descubrir que el mundo va de mal en peor”, porque el hecho mismo de que te sugieran algo será motivo de rechazo. “Ver el pasado con un filtro” propiciará que el aspirante a la vida amarga sólo contemple la juventud perdida, edad de oro que se fue para no volver.

La trama de fondo se basa en la explicación de los juicios que usualmente efectuamos acerca de la conveniencia o disconveniencia de los eventos que ocurren a nuestro alrededor. Anima a ser creadores de nuestra propia felicidad y dejar de construir la desdicha.

Todos podemos llegar a necesitarlo, porque como el mismo autor dice “muchos días buenos no hay quién lo soporte”. Es un libro que hay que leerlo con el hemisferio derecho, es decir, descifrando las entre líneas de las páginas maliciosas. Aquí recojo alguna frase que me ha parecido extraordinaria:
Refiriéndose al por qué del manual: “Nuestro mundo en peligro de anegarse en la inundación de recetas para ser feliz no puede esperar más tiempo a que le echemos un cable de salvación...”

“Llevar una vida amargada lo puede cualquiera, pero amargarse la vida a propósito es un arte que se aprende, no basta sólo con tener alguna experiencia personal con un par de contratiempos...”

Todos los días sale al mercado algún volumen con la intención de hacernos un poco más felices y de hacer un poco más rico al editor. Lo segundo se consigue; lo primero ya es algo dudoso. Pero ahí están, y están para reconducirnos hacia la senda de la dicha perpetua. En cuanto los hayamos comprado ya experimentaremos una sensación de triunfo vital. Nos sentiremos más capaces de ser felices y esa sensación se reflejará en todo lo que hagamos.

El arte de amargarse la vida, te pone ante el espejo y te obliga a mirarte en profundidad, aunque en una clave de humor. Te deja ver lo ridículo y exagerado de algunas quejas y me hizo reír al pensar en situaciones en las que te ves amargándote la vida con todas tus fuerzas, sin motivos auténticos que lo justifiquen.

Te muestra como un insignificante granito de arena se convierte en una amarga y pesada losa que te impide ser objetivo y cierra todas las salidas al entendimiento y a la comprensión. Es la mejor manera de sentirse desgraciado, incomprendido, despreciado e infeliz hasta más no poder… tarea en la que casi todos perdemos mucho más tiempo del necesario.

Si quiero amargarme la vida, ahí está cuanto necesito saber. Y si lo que quiero es vivir una vida razonablemente feliz, sólo tengo que hacer lo contrario.

Al principio me pareció el libro un tanto difícil, quizá por el hecho de que a pesar de que parece ser una lectura tan fácil, cada párrafo me resulto digno de detenerme a analizar. Ciertamente, en algunos aspectos lo es, pero “El arte de amargarse la vida” no es un texto difícil en sí mismo, sino en sus implicaciones personales. Creo que muchos nos interesamos por comprender en parte lo que pasa en nuestras vidas y vale la pena leerlo, ya que con aspectos prácticos y cotidianos se plasma la receta para una vida infeliz.

El libro es una buena introducción no sólo al autor y sus ideas, sino a la creación del interés por comprender esta perspectiva de los “cómo” y “porqué” nos comunicamos como lo hacemos. Opino que el autor tiene razón al afirmar que conforme crecemos perfeccionamos nuestras habilidades para sufrir y hacer sufrir, para eso es importante comprender el libro.

El autor termina su texto con una cita de Dostoievski: “Todo es bueno… todo. El hombre es desdichado porque no sabe que sea dichoso. Sólo por esto. ¡Esto es todo, todo! Quien lo reconozca, será feliz en el acto, en el mismo instante…”
Finalizo resumiendo el libro con una frase que me llamo mucho la atención, debido a que con palabras simples y de una forma tan sencilla me hizo caer en cuenta de algunas cosas:

“Tan desesperadamente simple es la solución”.
cαяºł!иα £ç..★