℮scяibiя ℮s vołveя α viviя...

El tiempo sin ocupación se vuelve un motor inspirador o más bien revelador, y con tantas cosas, escribir se vuelve el escape perfecto.

Escribir se ha convertido no solo en mi respiro, sino en un tablero en blanco donde se plasman cada una de las ideas que difícilmente lograría percibir y almacenar si solo rondaran en mi cabeza. Un espacio donde puedo guardar o despejar aquello que me conforta y lo que no. Muchas veces sin darme cuenta se me ha pasado el tiempo escribiendo, sacando todo aquello que con palabras no consigo decir, palabras que no tienen efecto en otro lugar... solo aquí y en mi.

Ahora entiendo a mi abuelo... aquella necesidad de escribir a diario, de componer, y de llenar una y otra vez cuadernos con sus mismos textos. Poemas, canciones, impregnados de historia y metáforas que le hacían recordar cada etapa de su vida con solo pequeños pedazos de palabras. Como no recordar a mi viejito que se quedo con un sueño, pero que me lleno de alegría y recuerdos con su gran ejemplo. Les comparto un poco de lo que me heredo, para mí.... el mejor compositor.

CAMINITO DE LA VIDA

Voy por el largo camino de la vida
La miro sin fin que no tiene retroceso
Me llevo en el corazón tu imagen divina
En mi recuerdo también tu cariño y tus besos.

Camino sin fin, caminito de la vida
Prolonga la ausencia lo mismo de día o de noche
La ausencia que al fin es sino de amor sincero
No encierra recuerdos del mal y ningún reproche.

Me voy, me voy, me voy por este largo sendero
Nunca me olvides mi bien, guárdame en tu recuerdo
Me voy, me voy, me voy, cariñito de mi vida
Nunca vayas a llorar esta mi despedida.

Autor: Emerenciano Carlos Castañeda.