GRACIAS ObSon. Parte II

Sábado 1 de Diciembre del 2007. Siendo las 2:38 a.m. cuento los minutos de mis últimas horas… Hoy me voy.

Vencida por el cansancio detuve el post de mi despedida, anoche, pero continúo.
Mi último día transcurrió con algo de soledad, aunque recibí mis últimas dos visitas: mi vecina Laura, que desde nuestros intentos por vivir aquí, siempre se porto “a toda madre” conmigo y mi roomie Jeanette, compartimos muchos momentos y siempre se tomaba la molestia de pasar aunque fueran 5 minutos al día a saludarme, se que me gané una buena amiga y “¡VECINA YO TAMBIÉN TE QUIERO MUCHO!”; por último mi gran amigo Edgar, que fue mi mejor amigo durante todo este tiempo, “Intis-Confis” sabes que te quiero mucho, eres mi hermanito y cuenta conmigo siempre, conocerte fue una de las mejores cosas que me pasaron aquí, y que decir de los días que pasabas conmigo y las largas platicas hasta tarde. Gracias por haberme ayudado tanto y por los mil favorzotes que me hacías, por tu compañía y tu tiempo, te voy a extrañar mucho, pero se que nuestra amistad no se acaba aquí y espero verte muy pronto, mis mejores deseos para ti siempre y recuerda amigo “leer”=) besitos.

Después de las despedidas, me apresure a irme a la escuela a terminar mis últimos pendientes y recibir una calificación, así que aproveche a despedirme de algunos de mis compañeros, de mi maestro, incluso cruce palabra con dos compañeros de otra de mis clases, que me encontré y con quienes nunca platique, supongo que fue casualidad que me pararan mientras iba caminando para preguntar un poquito sobre mí, aunque su pretexto fue preguntarme -“¿Qué tanto te decía el maestro?”- y así empezó la pequeña platica y me despedí. Continué caminando por última vez por los pasillos del ITSON Centro, mientras la lluvia me apuraba. Llegué a CAICH y me tope con otra de mis compañeras, Adriana, que siempre se ofreció a ayudarme, entregue el expediente de mi paciente con los recibos de pago a uno de los encargados, que desconocía que venia de intercambio, así que me presente y me despedí en el mismo momento, después de responderle como había estado mi experiencia. Salí corriendo apurada a donde se encontraba mi carro en mis intentos por no mojarme y por llegar a tiempo a la Unidad Náinari donde tenía que presentarme en el Departamento de Movilidad Académica para evaluar el Programa, la escuela, los servicios y las atenciones. Llegué corriendo, con los zapatos húmedos y el pantalón mojado hasta los tobillos, apresurándome a terminar de responder las preguntas porque aun tenía mil cosas que hacer, me despedí de mi “papá” Rogelio (bastante joven para tener hijos tan grandes, decía Beatriz una Chiapaneca que también estaba de intercambio) y de Larissa que fueron los que estuvieron al pendiente de mí, agradeciéndoles todas las atenciones que recibí de su parte. Así que de nuevo corrí al estacionamiento y subí a mi carro, tratando de llegar rápido a mi casa por algunas notas que tenía que facturar para justificar los gastos de mi beca y logre llegar a tiempo al negocio, y continué por Obregón terminando las mil vueltas y llene el tanque de gasolina para estar lista para nuestro viaje de hoy. Moría de hambre así que por último termine comprándome con “Don Pancho” o los “tacotes” como los nombra mi primo, una “quesadilla con carne” enorme como acostumbran aquí, donde me encontré a un amigo y aprovechamos a despedirnos. Por fin llegue a mi departamento, me cambie porque traía todo el pantalón mojado y los zapatos ni que decir, cene y limpie por última vez mi pequeño refugio y me acosté a relajarme un rato mientras escribía. Y aquí me encuentro, a punto de cerrar mis ojos para dormir por última vez aquí, en el lugar que me acogió estos meses. En unas horas no quedará nada, mas que un vació y una partecita de mí.

Por último y no menos importante, gracias a mí primo Daniel, que estuvo siempre cuidándome y que me acompaño mientras estuve sola, porque aunque no lo digamos, los dos sabemos que esto nos unió más como familia y como amigos, hermanos, primos y demás. Ya sabes que eres mi angelito y aunque ya no te voy a estar acompañando igual vendré a visitarte cada vez que se pueda. Esto nos sirvió como una experiencia mas para valorar a la familia y a los verdaderos amigos, y darnos cuenta que no vale la pena hacer a un lado a la familia por personas de las cuales nunca sabes que esperar, y como decía el poema compuesto a mi abuelito, “Siempre juntos, siempre unidos, como un solo as”. Yo me voy a luchar por alcanzar mis nuevos objetivos y tu te quedas a lograr los tuyos, recuerda lo que te escribí en aquella tarjeta cuando te graduaste de la prepa y que estabas por iniciar aquí la universidad. Yo creo en ti, cree siempre en ti, que nadie te haga dudar nunca de lo que puedes lograr hacer. La vida quizá no sea fácil, pero siempre paga con cosas buenas cuando uno se esfuerza por ellas, el secreto esta en no rendirse jamás. Gracias por haber estado compartiendo conmigo esta experiencia, por haber reído y entristecido conmigo, por ser mi enfermero, en otras ocasiones mi cocinero, por aguantar mi estrés, por la ida al cine, la hamburguesa en el Carl’s Jr., y todos los buenos días. Realmente espero que encuentres personas que sepan compartir contigo “cualquier” momento, que se atrevan y permanezcan siempre ahí. Te quiero mucho primito y ya sabes que aquí no hay pierde, yo te seguiré viendo aquí, allá y toda la vida.

Gracias a mi roomie Jeanette, que fue mi apoyo los primeros meses, mi compañía, que batallo junto conmigo, que reímos y nos enojamos juntas, por alegrarme los días con sus risas, sus sarcasmos y tonterías, por sus excentricidades y sus ánimos para hacer siempre party, por las amanecidas platicando, por acoplarnos tan bien, por ser toda una “Sra. Chacha” igual que yo, por compartir nuestras cosas, por cocinar juntas, por las perdidas en camión, las caminadas y asoleadas, por ser mi despertador, por ayudarme con mis tareas, por prestarme tu compu y demás. Te quiero mucho roomie, y tú eres otra que me guardo en mi bolsita de amigos. Aunque te fuiste antes que yo, igual conservo muchos recuerdos contigo y sigo esperando verte muy pronto.

Gracias a Claudia, por brindarme la confianza y su casa aunque no me conocía, por aguantarme durante un mes, por compartir el cuarto conmigo, por platicar conmigo, por querer mucho a mi amigo, por no guardar rencores y nunca negarme un saludo, por los ratos que pasamos juntas y por haber sido una de mis “hermanitas”, te aprecio mucho y me alegra saber que puedo seguir contando contigo aunque poco nos hayamos frecuentado, pero sabes y sé, donde nos podemos encontrar.

Gracias Fito, porque lo que pudimos convivir aquí la verdad me caíste súper bien, creo que eres otro de los amigos que vale la pena llevarse. Gracias por permitirte convivir con nosotros, por desvelarte también y aguantar frío en la terraza, por haber hecho crecer las amistades en la familia agregándome a mí, por invitarnos a Huatabampo (ya mero te caemos por allá), por haber olvidado la anorexia para cenar conmigo y la Mely quesadillas, y por aguantar platicando con nosotros afuera de tu casa hasta las 2 a.m. aunque todos andábamos acabados y tu con trabajos que hacer todavía. Gracias por portarte como te portaste. Nos seguimos viendo ya sabes, así que te perdono que no te hayas despedido de mí.

UNIDAD NÁINARI
Gracias a mi compañera de la escuela, Scarlett que se acerco desde un principio conmigo y que siempre me ayudo y con quién hice amistad, a Pepe y Osvaldo que con lo poco que los trate me cayeron muy bien y me dieron confianza rápido. A Nidia y Minet que me ayudaron mucho con el trabajo porque la verdad es que aportaban mucho más que yo, por sacarme de mis dudas, por el rato que convivimos haciendo tarea en equipo que aunque estábamos cansadas y acabadas, nos dimos tiempo para platicar y reírnos un rato, y por permitirme conocerlas un poco más. A todas las de mi equipo de la materia de “Modelos y Técnicas de Intervención Psicológica II” (Janeth, Zaira, Fátima y Ana Cristina).

UNIDAD OBREGÓN (CENTRO)
Gracias a Lourdes que de principio a fin fue mi guía y siempre procuraba preguntarme como iba y como me sentía en las clases. Adriana que ya la mencione anteriormente y que se porto lindísima conmigo. Daniela que se ofreció voluntariamente a ayudarme a aplicar los test. Lisbeth que me dio la confianza de acercarme a ella para preguntarle mis dudas, por ser tan buena onda conmigo, por hacerme reír, por advertirme como era cada maestro, por facilitarme los formatos del expediente y explicarme que hacer y como hacerlo. A la otra Adriana que el primer día se acerco en la parada de camiones a presentarse y me guió en la ruta, por quitarme la tensión de ser “nueva” con su platica y su bienvenida. Y por último a Melissa y Blanca que fueron con las que pase mas tiempo durante el tiempo del proyecto de Cócorit, porque para mi fueron prácticamente todo el equipo y las que siempre tuvieron la disposición de reunirse. Y al resto de mis compañeros de las otras clases porque fue donde mas me hallé.

GRACIAS A TODOS USTEDES POR HABER SIDO PARTE DE ESTA EXPERIENCIA INOLVIDABLE PARA MI. GRACIAS ITSON Y OBREGÓN.

"El vuelo empieza... donde finaliza un regreso".

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