Falta un día para finalizar el año 2012, y debo confesar que no me alegra mucho. Ha sido un año bastante complicado para mí, y creo que ha empezado a tener su efecto después de un semestre prácticamente perdido por falta de recursos para iniciar mi tesis, una financiación que se perdió por falta de colaboración de algunas personas, el dilema sobre que haré para conseguir el dinero y empezar lo antes posible a ver si por fin puedo graduarme este semestre y dejar Colombia para volver a mi país.
El estrés me ha provocado estas últimas semanas insomnio, aunque es habitual y parte de mí, esta vez pese al cansancio y las ganas de dormir mi cabeza se satura de preocupaciones tratando de buscar alternativas que me terminan despertando o tengo un sueño no reparador. Me estresa saber que faltan unas horas para finalizar el año y empiece uno nuevo, no quisiera empezarlo en medio de la incertidumbre, sabiendo que apenas con un milagro de Dios podría hacer mi investigación, la tesis y sustentar en tan sólo 4 meses que dura mi próximo semestre, en el fondo confío en que Dios hará de las suyas y me ayudara como lo ha hecho otras veces, sin embargo no puedo evitar estresarme cuando racionalizo todo. Pero no puedo olvidarme de agradecer que al menos gracias a CONACYT sobreviviré un semestre adicional con la beca que después de algunos meses conseguí que me fuera prorrogada. Viéndolo así, son unas por otras... sólo le pido a Dios que no me deje morir sola en la lucha faltando tan poco para llegar a la meta.
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